lunes, noviembre 28, 2005

Cómo relajarse... y seguir escalando

En el ajetreo diario es fácil dejarse llevar por la inercia, y hacer muchas cosas en forma monótona y que no siempre queremos hacer, sino más bien por que estamos condicionados a hacerlas. En otras ocasiones estamos subiendo una cumbre muy escarpada y las fuerzas comienzan a escasear. Los objetivos se ven muy distantes y los esfuerzos muy enormes, no sentimos satisfacción en lo que hacemos, solamente logramos sobrevivir.

El siguiente artículo me hizo pensar en las pausas necesarias en el trabajo diario. Las pausas que siempre se aconsejan y nunca se practican. Creo que este artículo es una gran metáfora que nos aporta una distinción necesaria para cumplir con los objetivos que nos proponemos, sobre todo cuando las fuerzas se nos van.

Como siempre, les invito a leer el artículo original, donde encontrarán comentarios interesantes.


Atte.
Rodrigo

Temas de Gestión: cómo relajarse... y seguir escalando
Enviado por Carlos Duarte M el 27 Noviembre, 2005 - 14:05

Subir una escalera significa que cada pierna levantará unos 80 kilos, una y otra vez según tantos escalones. Eso significa toneladas de esfuerzo en total. Subir una ladera de un cerro significa que a los 80 kilos se agregan unos 15 kilos de equipos, y se restan menos kilos de oxígeno a medida que se sube, y se suman muchos kilowats de trabajo por las condiciones de la subida. Eso significa cientos de toneladas de sobre esfuerzo, para lo cual hay que estar preparados, o saber cómo reponerse en caso de estar ejecutando la ascención. Lo primero se llama "preparación física" y lo segundo se soluciona con muchos métodos, uno de los cuales es la "relajación".

Relajarse en la montaña no es lo mismo que en la quietud de la casa o en un gimnasio. Arriba, hay que recurrir a métodos en los que el tiempo es una variable exigente, en que el entorno es a veces dificil (una ladera es una ladera), y en que el equipo también pone condiciones (no podemos gastar energía en desnudarnos cada vez que queremos descansar, como en el plano o en la casa). Hay que saber relajarse sin sacarse la ropa, e incluso muchas veces sin sacarse la mochila, y en alturas en que el oxígeno es escaso y cuesta caro (en términos de llegar hasta ahí para conseguirlo). ¿Cómo hacerlo? Hay varios métodos... yo tengo el mío, probado en cientos de ascensiones y excursiones.

Primero, recuéstate boca arriba. Si estás con la mochila y no puedes sacarla, recuéstate apoyado en ella de manera cómoda. Cuida de que las piernas queden levemente superiores al resto del cuerpo.

Segundo, recupera totalmente la normalidad en la respiración. Una vez que terminan los jadeos, puedes comenzar a relajarte.

Tercero, oxigénate, respirando profundo y lento. Varias veces. Verás que una especie de borrachera comienza a invadirte. Sigue respirando así, pausado, lento, y llenando totalmente los pulmones.

Cuarto, visualiza mentalmente tu cuerpo, comenzando por los dedos de los pies. Contrae los músculos de los dedos y luego suéltalos totalmente. Sigue con la planta, las piernas, y sigue subiendo haciendo lo mismo cada vez. Debes repetir ese ejercicio con TODOS los músculos de tu cuerpo, visualizandolos mentalmente, "viendo" como se contraen y relajan.

Quinto, notarás que comienzas a relajarte y debes dejarte llevar. Vacía la mente, y te dormirás... Déjate llevar, que la sensación es muy agradable. Si estas en una ladera, toma tus precauciones o lo más seguro es que despiertes en el fondo del cañón; para éso clava 2 o 3 estacas y afírmate a la ladera con las cuerdas que lleves. Lo importante es que los músculos trabajen libres, y no estén tensos tratando de conservar una posición o evitar que comiences a rodar cerro abajo .

Dormirás unos 10 0 15 minutos, no más. El cuerpo mismo sabe cuándo detener ese estado y recuperar la tonicidad de sus músculos. Levántate de manera suave, lenta, no esfuerces nunca un músculo recuperado, que podrías lastimarlo. Luego del descando, y si puedes hacerlo, un café caliente u otro energizante vienen ¡muy bien! Si no tienes espacio para la hornilla, o el viento te impide usarla, una barra de chocolate sirve. Luego, podrás recoger tu equipo y seguir ascendiendo.

Este ejercicio también puedes practicarlo en casa o en la oficina. Te ayudará mucho.

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viernes, noviembre 18, 2005

Temas de Gestión: el Liderazgo


Temas de Gestión: el Liderazgo

Enviado por Carlos Duarte M a Atina Chile el 18 Noviembre, 2005 - 09:34

¿Qué es el liderazgo? Existen muchas definiciones, que se ubican en algún punto entre dos conceptos: la capacidad de mandar y hacerse obedecer, la capacidad de inducir comportamientos. Entre ellas, me quedo con la de Idalberto Chiavenato: es la acción que revela influencia interpersonal entre uno y varios componentes sociales, usando la comunicación como medio de relacionamiento, en pos de conseguir objetivos específicos. Es una definición instrumental, más cargada hacia el extremo de la inducción que el del mando puro y simple, el cual se tiende a confundir con el concepto de "dirección". El liderazgo, como activo del director, ha pasado por varias etapas, y cada etapa tiene su idea-fuerza que la sustenta y su momento histórico, así como sus representantes. Tampoco existen etapas "puras", ya que el desarrollo humano es un continuo. Veamos:

a) liderazgo de conquista o épico: propio de los primeros estadios de la sociedad humana, su idea-fuerza es la "seguridad". El líder induce a la conquista de territorios basado en la idea de "gran nación" (Alejandro Magno, los Cesar romanos, etc.). El prototipo es un líder de factura: hace, empuña la espada y sale a conquistar, su objetivo es el botín, la gloria, y la seguridad de su nación a través de sojuzgar a otras.

b) liderazgo comercial o económico: su idea-fuerza es el lograr y acrecentar el "estandar de vida" de la nación. Aunque usa las herramientas y los métodos de la etapa anterior, prima el objetivo de las ganancias económicas, y en función a ello justifica sus guerras de conquista y extracción de riquezas hacia el centro conquistador.

c) liderazgo de organización: su idea-fuerza es la "pertenencia". Es la etapa en que nacen y se desarrollan los imperialismos; la fuerza sigue siendo la principal herramienta, pero ha derivado hacia la disuación. Los grandes campos de batalla son las bolsas de valores, no los territorios, y la guerra no es más que la diplomacia en acción.

d) liderazgo de innovación: prima el adelanto tecnológico, la productividad. La capacidad de inducir viene de la mano con el "cambio", su idea-fuerza. El abandonar la fuerza se ve como un mejoramiento de las relaciones sociales y de los valores del conglomerado.

e) liderazgo de información: su idea-fuerza es la "comunicación". Es la etapa de los servicios, de los activos intangibles, de las riquezas creadas por el intercambio de datos más que la imposición de la fuerza o la amenaza.

f) liderazgo de la ética: lo que prima son los "valores" como idea-fuerza de esta etapa. Es la época del medio ambiente, de la concertación de voluntades, de la desaparición de las inequidades, es la "era de acuario".

La clasificación anterior es temporal y consecutiva, aunque sus etapas se traslapan entre sí, y cada una tiene su arquetipo de líder, muchas veces encarnado en grupos sociales más que en personajes (como en las primeras etapas). Así, se hablará de los líderes industriales, o de los líderes de la burbuja, o de los líderes políticos. Antes era Julio Cesar, o Alejandro, o Tamberlan. Se supone que actualmente estamos en la última etapa, de la ética (aunque no se note mucho).

La Gestión, como ciencia y como metodología, también ha ido acomodando su definición de líder a estas épocas históricas. Desde los banqueros Borgia hasta los capitanes de industria como Welch, hasta los actuales líderes y visionarios cuya acción se ejerce sobre el grupo a través del ejemplo y la inducción llevados por las comunicaciones (Juan Pablo II). Es la época de los liderazgos intangibles, de la acción de grupos guiados por visiones más que por voluntades.

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Vea el articulo original y los comentarios en Atina Chile.

Otros artículos sobre liderazgo en Génesis:

miércoles, noviembre 02, 2005

La búsqueda del “Éxito Personal”

Fuente: Co-crear
El auténtico desafío de esta vida no es sólo conseguir lo que deseamos, sino continuar deseando lo que tenemos. Muchas personas han aprendido a conseguir lo que quieren, pero luego no lo disfrutan. Consigan lo que consigan, nunca es suficiente; siempre sienten que les falta algo. No están satisfechas consigo mismas, con sus relaciones, con su salud o con su trabajo. Constantemente hay algo que les impide ser felices.

El éxito personal es el territorio intermedio, el lugar en el cual uno consigue lo que desea y continúa deseando lo que tiene. Es la combinación del «éxito exterior» (el que tenemos en el mundo) y el «éxito interior» (la satisfacción personal). El éxito personal no se mide por lo que somos, poseemos o hemos logrado. En cambio, depende de cómo nos sentimos con lo que somos, lo que hemos hecho y lo que tenemos.

Sin embargo, tener éxito personal no significa simplemente sentirse bien o estar satisfecho con la vida. También significa tener confianza en que uno puede obtener lo que quiere y sentirse motivado para hacer todo lo necesario con ese fin. Para alcanzar el éxito personal, debes saber cómo crear la vida que deseas.

La mayoría de las personas sólo necesita hacer algunos cambios pequeños pero significativos en su forma de pensar, sentir o actuar para crear la vida gratificante que desea. Aplicar uno o dos nuevos conceptos a tu vida puede transformarla por completo de la noche a la mañana.
Cuatro pasos hacia el éxito personal.
  1. PRIMER PASO: Fija tus objetivos. Observa dónde te encuentras ahora y ve con claridad dónde necesitas ir para alcanzar el equilibrio perfecto entre el éxito interior y el exterior.
  2. SEGUNDO PASO: Obtén lo que necesitas. Adquiere las herramientas que todos necesitamos. Si descubres lo que te falta y cómo obtenerlo, automáticamente experimentarás éxito interior.
  3. TERCER PASO: Consigue lo que quieres. Descubre la importancia de tus deseos imperiosos, creencias positivas y sentimientos apasionados con el fin de crear y atraer lo que deseas. Aumenta el poder de tus deseos.
  4. CUARTO PASO: Supera los bloqueos en tu viaje hacia el éxito personal que podrían estar impidiéndote obtener lo que quieres y comienza a allanar el camino que conduce al éxito interior y exterior.
Afrontar los retos de la vida.
Cuando alcances el éxito personal, la vida dejará de ser una lucha y lo que antes parecía difícil te resultará sencillo. La vida seguirá planteando problemas, pero tú serás más capaz de resolverlos. Las puertas que parecían cerradas comenzarán a abrirse. Te sentirá aliviado y libre para ser tú mismo.

El éxito personal no es un imaginario estado de gracia, exento de conflictos, decepciones o frustración. Para alcanzar el éxito personal es preciso aprender a convertir los sentimientos negativos en positivos y las experiencias negativas en lecciones aprendidas. Ser fiel a uno mismo es un proceso de maduración que exige hacer cambios importantes y experimentar los altibajos de la vida. Cuando una persona tiene éxito personal, si sufre un revés sabrá superarlo.

El secreto del éxito personal consiste en encontrar paz, alegría, amor y confianza en tu interior. Tienes el poder y la clave para escoger tu futuro; y sólo tú puedes crearlo.
John Gray